Tsutome de Petición en la Sede por el cese de la pandemia – 1 de julio

2021年8月1日

Un paso más hacia la madurez espiritual a través del presente nudo

Al mediodía del primero de julio pasado, la Sede de la Iglesia ofició el Tsutome de Petición en el Santuario Principal, el cual fue celebrado por el Rvdo. Daisuke Nakayama, Sucesor del Shimbashira, y el Rvdo. Zensuke Nakata, Director General de Asuntos Administrativos de Tenrikyo.

Previo al Tsutome, el Rvdo. Nakata dirigió unas palabras. Refiriéndose al siguiente verso del Mikagura-uta, Himnos Sagrados: «No hagáis peticiones irrazonables. Haced que vuestro corazón sea sincero» (Mikagura-uta, III, 6), señaló que las «peticiones irrazonables» son deseos que no se adecúan a la voluntad divina, mientras que el «corazón sincero» es todo lo contrario. Luego, explicó la postura espiritual que debemos tener al realizar el Tsutome de Petición, diciendo: «Respecto del corazón que hace una petición, si hay cien personas, hay cien formas distintas. Unificando las cien formas distintas a través del corazón sincero es como debemos orar por las Providencias de Dios».

Seguidamente, aludiendo a los versos séptimo y octavo del mismo himno, enfatizó: «Debemos manifestar primero nuestro agradecimiento a Dios y poner en práctica el Hinokishin sin olvidar la gratitud por las Providencias Divinas del fuego, el agua y el viento que recibimos día a día y por el cuerpo que tomamos en préstamo. Asimismo, es importante determinar en el corazón la reflexión y la puesta en práctica con las cuales podamos madurar espiritualmente a través del presente nudo». También expuso que Dios aceptará nuestra solicitud en virtud de estas prácticas.

Para cerrar, el Rvdo. Nakata manifestó: «Para lograr tener un corazón que se apoye completamente en el amor de Dios Oyagami, no solo en esta pandemia sino en cualquier circunstancia, quisiera que nos dediquemos fervorosamente a la salvación de nuestro entorno sin dejar de corresponder diariamente a las Providencias recibidas, y que prometamos la madurez espiritual que nos permita recibir la gracia divina».