Viento desfavorable
2022/06/01
Un día Oyasama dijo:
«El viento desfavorable no sopla para siempre, no para siempre. Cuando sopla violentamente, es mejor que os quedéis inmóviles».
El estilo de vida actual es sumamente ajetreado. Solemos coordinar nuestras cargadas agendas para actuar con la mayor eficiencia posible. Es por eso que «esperar» es una de nuestras debilidades, haciéndonos sentir frustración al vernos atrapados en los embotellamientos o irritación cuando nuestro pedido en el restaurante demora en llegar.
En la vida hay momentos en que nos sentimos estancados y no sabemos hacia dónde movernos. En momentos como estos, la impaciencia no cambiará la situación, solo la empeorará.
Si no tenemos más remedio que aguardar, es mejor gozar de la espera aceptando dicha situación. Cuando no logremos movernos, podemos considerar que es un «momento oportuno de esperar con calma» que nos ha otorgado Oyasama.
Esperar el alivio de una enfermedad, la llegada de alguien, la resolución de un problema o a que los tiempos cambien; podemos esperar en medio de cualquier situación porque confiamos en que Oyasama nos llevará a buen puerto. Ser paciente no significa resignarse. Gracias a que aguardamos con paciencia apoyándonos en Oyasama es que podemos volver a andar inmediatamente con la llegada del tiempo oportuno de hacerlo.
No hay lluvia incesante ni noche permanente. Hay modos que se ajustan para pasar los días de lluvia, al igual que para pasar las noches. Aceptemos la situación con una perspectiva positiva relajando la tensión de los hombros y disfrutemos del tiempo de espera con holgura en el corazón.
Por ejemplo, en cuanto a la pintura, es el espacio del fondo el que da profundidad y dimensión a los elementos de la pintura, ya sean personas u objetos. En la música, los silencios entre las notas musicales hacen resaltar la melodía. Seguramente llegará el día en que miremos hacia atrás y nos demos cuenta de que aquella espera fue crucial para nuestra cosecha abundante.