Vida Eterna de Oyasama

2022/11/01

Se nos enseña en el Osashizu, Indicaciones Divinas:

«Sah, sah, aún estoy viviendo. No me he ido a ninguna parte. No me he ido a ninguna parte»

En cierto lugar vive un anciano solitario en una humilde y estrecha casa llevando una vida apartada. Hace tiempo que él perdió toda su fortuna debido al fracaso de su negocio y a su esposa, por lo que no sería extraño que terminase afligido arrepintiéndose de su vida y abatido por la ansiedad del envejecimiento y la soledad.

Sin embargo, él nunca se queja de su situación, y vive con honestidad y sin desanimarse. Por el contrario, de forma natural, se alegra por el simple hecho de vivir en este mundo. Es por esta razón que los demás también sienten una singular simpatía por este anciano.

La clave de esta jovialidad pura se encuentra en que, esté donde esté, él percibe la cálida mirada de Oyasama. Esto se debe a que todos los días le habla a Oyasama de sus sentimientos, y le ofrece palabras de gratitud y plegarias.

En otras palabras, la esencia de su tranquilidad proviene de la seguridad de saber que no está solo, que tiene con quien compartir sus alegrías y tristezas, que tiene a alguien que lo escucha, y que permanece vinculado con su entorno.

Oyasama está siempre a nuestro lado esperando a que abramos nuestro corazón y nos desahoguemos con Ella. En realidad, estamos siendo amparados por su gran generosidad. Al darse cuenta de esto, innumerables personas se pueden sentir profundamente aliviadas. Quizás puedan sanar sus corazones llenos de temores y ansiedades, y esto ayude a que broten en sus rostros sonrisas suaves a medida que una sensación de paz envolvente se apodera de ellos.

¡Qué gratificante es que Oyasama permanezca eternamente viva y esté siempre junto a nosotros! Si estamos con Ella, tendremos esperanza en cualquier situación en que nos encontremos.

PDF Download