Remontándonos al comienzo

　　Camino a casa después de trabajar horas extras. Ya es de noche, pero no puedes evitar pensar en el trabajo. Entonces, te preguntas: «¿Acaso nací para vivir este tipo de vida?». Sientes un profundo desánimo y mucha desdicha.

　　De pronto, te detienes y levantas la mirada al cielo. Notas a la Luna resplandecer en lo alto. Sientes como si el universo infinito y una oscuridad abismal se abrieran sobre ti. El brillo de incontables estrellas a años luz de distancia cruza el universo para dar lugar a una vista panorámica preciosa. En tu mente, empiezas a remar hacia tiempos remotos y, en un instante, te encuentras a ti mismo en el mundo del «Comienzo del Origen».

　　La colosal obra sobre el nacimiento de este mundo y la vida, y el deslumbrante trabajo de Dios Oyagami se reflejan en esta inmensa pantalla que es el firmamento. El que ahora estés vivo se convierte en todo un misterio.

　　Es el momento preciso en el que se activa el mecanismo de reinicio de tu corazón.

　　Desde tu interior, la voz de la vida empieza a gritar de alegría. La belleza de este mundo alcanza tu corazón. Empiezas a apreciar irresistiblemente todo lo que esté vivo. Sin darte cuenta, anhelarás la felicidad de tu familia, de tus amigos y de todas las personas del mundo.

　　Y a lo lejos, percibes una mirada cálida… ¡Es Oyasama! Está vestida de rojo y tiene el cabello atado completamente blanco. Con una dulce sonrisa en el rostro, te narra la «Historia del Comienzo del Origen» como si entonara una canción llena de nostalgia.