Ni un error por mil

2023/01/01

Oyasama enseñó una vez a un creyente:

«En lo que Dios ha predicho, no se encuentra ni un error por mil. El camino se realizará tal como Dios ha dicho de antemano»

Cuando estudiamos las palabras de Oyasama, a veces encontramos algunas que no comprendemos en ese momento. Y es probable que en ocasiones no podamos aceptarlas con humildad pensando: «Qué estrictas son estas palabras».

Sin embargo, mientras vayamos superando los obstáculos y complejidades de la vida una y otra vez, seguramente llegará el momento en que podamos convencernos profundamente. Entre más vacilemos, más se verán fortalecidas nuestras convicciones.

Aquellas palabras que en un principio percibimos como severas y el cálido amor materno de Oyasama envuelto en ellas se irán impregnando extensamente en nuestro corazón haciéndonos sentir calidez desde las entrañas.

Aprender la Enseñanza es algo similar al armado de un rompecabezas. Como si completáramos una tras otra las piezas, vamos colocando con esmero los numerosos acontecimientos de nuestra vida sobre la base del rompecabezas que es la Enseñanza. Gradualmente, las piezas de experiencias comenzarán a ensamblarse entre sí y los acontecimientos que parecían no tener conexión alguna con otros se irán enlazando, y finalmente nos será mostrada una trama coherente. Al igual que un mensaje escrito con tinta invisible aparece cuando se le aplica calor, la intención de Oyasama va emergiendo poco a poco de las piezas del rompecabezas que representa nuestra vida. Y en el instante que una excelsa pintura aparezca delante de nuestros ojos, nos quitará el aliento haciéndonos pensar: «¡Vaya! Es tal y como Oyasama dijo».

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