Hábitos de pensamiento
2022/04/01
Oyasama dijo una vez a un creyente:
«Corrige tus defectos y hábitos»
Imaginemos que eres un niño que ha ido a la escuela con una mancha de mantequilla de maní en el rostro. Todos te miran y se ríen. Solamente tú no tienes idea de lo que está pasando. Pareces ser el único que no sabe qué les causa tanta gracia. Incluso puede pasar que uno de los niños se esté riendo de ti cuando él también tiene manchas de mermelada alrededor de su boca. Saber sobre uno mismo es más difícil de lo que creemos.
Como en el caso anterior, hay ciertos hábitos de pensamiento que no nos damos cuenta de que tenemos, pero que otros notan claramente. Y al contrario, puede que tengamos rasgos de personalidad ocultos que solo nosotros conocemos. Asimismo, es posible que tengamos rasgos que son obvios tanto para los demás como para nosotros mismos o rasgos que nadie, ni siquiera uno mismo, identifica. Sin embargo, Oyasama es consciente de todos esos hábitos de pensamiento y rasgos de personalidad.
Si nuestros hábitos de pensamiento y rasgos de personalidad se vuelven tendenciosos, comenzarán a distorsionar el mundo reflejado en el corazón. Y esa percepción distorsionada nos impedirá comprender adecuadamente a los demás. Si dejamos este patrón sin corregir, llegaremos a ser seres tercos e incompatibles con otros. En el ocaso de la vida, estos hábitos y vicios arraigados por largos años serán la causa que empañe la reputación construida a lo largo de la vida.
Podemos rectificar la forma de vivir siguiendo la guía de Oyasama, quien nos conoce de pies a cabeza. Nuestra mente puede despejarse con solo pensar en Ella. A medida que enlazamos nuestro corazón con Ella, nuestros hábitos de pensamiento y rasgos de personalidad pueden comenzar a transformarse en algo que realce nuestra individualidad. Los hábitos y rasgos negativos hacen que las personas se distancien, sin embargo, la individualidad tiene la fuerza de atraer a otros.
Del mismo modo en que revisamos nuestras caras en el espejo antes de salir por la mañana para ver si no tenemos manchas de lo que desayunamos, al saludar todos los días a Oyasama podemos confirmar si nos están apareciendo algunos hábitos o rasgos de pensamiento negativos para preparar adecuadamente el corazón en el inicio de un nuevo día.