Calidez y amor materno
2023/10/01
Oyasama recibía a los niños que regresaban al Yiba, diciendo:
«Hola querido. Bienvenido».
La infancia es una etapa en la que los niños, envueltos en un entorno afectuoso y cariñoso, adquieren la capacidad de comprender a los demás y aprenden las reglas para convivir con ellos. En un ambiente de paz y confianza sólida que los rodea, comienza a nacer en ellos la curiosidad por el mundo desconocido.
Para aquellos que no pudieron recibir suficiente amor durante su infancia, puede resultar difícil desarrollar una actitud cálida y tolerante hacia los demás fuera de su hogar. Más aún, aquellos cuya inocencia infantil ha sido traicionada pueden enfrentar ansiedad y sospechas a lo largo de sus vidas, lo que les dificulta mantener una sensación positiva. Debería garantizarse a todos los niños el derecho a crecer en un ambiente cariñoso y enriquecedor por igual.
Por otro lado, podemos imaginar cuán tierna y cálida debió de ser la mirada de Oyasama al ver a los niños sentados frente a Ella. Aquellos que la conocieron cuando eran niños nunca olvidaron la sensación de calidez y amor que emanaba de Ella.
La Vida Modelo de Oyasama es la más inmaculada y maravillosa que podemos conocer en este mundo. Contemos a los niños con cariño y paciencia una y otra vez las historias de Oyasama, mientras nosotros mismos nos inspiramos en Ella. Los niños nos escucharán atentamente con los ojos brillando de emoción, y sin duda llegarán a querer profundamente a Oyasama.
La Vida Modelo de Oyasama seguramente será el soporte de sus corazones, como una luz de esperanza que brilla incluso en los momentos más desafiantes, y el tesoro más preciado que podremos dejarles.