Discurso de la Ceremonia por el Natalicio de Oyasama del Año 184 de Tenrikyo

2021年6月11日

Dediquemos nuestra auténtica sinceridad para salvar al prójimo confrontando nuestros propios pasos con la Vida Modelo

Rvdo. Yoshiji Matsumura

—–

  El día de hoy, con motivo del cumpleaños de Oyasama, hemos celebrado alegremente el Tsutome de la Ceremonia por el Natalicio de Oyasama uniendo los corazones de quienes sentimos afecto hacia Ella.
  Quisiera compartir nuestra alegría junto con quienes han venido a reverenciar a pesar de las limitaciones que esta pandemia del coronavirus genera, así como con las numerosas personas que hacen llegar sus saludos desde todos los rincones del mundo aun cuando se han visto imposibilitadas de regresar para la ceremonia.
  A partir de estos momentos les dirigiré el discurso de la ceremonia. Les pido que me acompañen, por favor.

Seguir la Vida Modelo

  Esta primavera, cuando me contaron que un joven que conozco ofrendó todo el dinero que tenía al momento de partir del Yiba para ingresar a una «Casa para Misioneros», pude sentir su fresco entusiasmo con el que daba un primer paso hacia el camino de la Vida Modelo.
  En el Osashizu, Indicaciones Divinas, dice:

  Por cualquier camino que paséis, todos debéis tomar como ejemplo el camino de cincuenta años. (Osashizu, mayo de 1887 del calendario lunar)

  Asimismo:

  No os digo nada difícil. No os digo que hagáis algo difícil o algo que no tenga modelo. Para toda y cada cosa, existe el camino de la Vida Modelo. Si no podéis pasar por el camino de la Vida Modelo, nada podrá hacerse. (…) Por mucha prisa que os deis, por mucho que os apresuréis, no marchará bien. No hay otro camino excepto el de la Vida Modelo. (Osashizu, 7 de noviembre de 1889)

  Oyasama misma dejó el modelo y ejemplo a seguir para que nos sea más sencillo pasar por el camino de la dedicación sincera a la salvación que conduce al Yokigurashi, Vida Plena de Alegría y Felicidad. Solo con que sigamos la Vida Modelo, cualquier persona podrá seguir ese camino, incluso sin la necesidad de tener una capacidad o un talento especiales.
  Fue la primera vez que salí a divulgar la fe acompañando a un misionero cuando yo era estudiante. Quien me llevó era alguien que se dedicaba con mucho esmero a la divulgación tal como lo habían venido haciendo desde que su familia se inició en la fe varias generaciones atrás, y era el tercer encargado de una iglesia que contaba con muchos fieles. Después de ser nombrado encargado, e impulsado por una enfermedad que sufrió poco antes de un Aniversario de Oyasama, él pensó:
  —Oyasama nos enseñó a arrojarnos hacia el camino difícil, que prescindamos de lo material como si quedáramos desnudos. Como nos dice que sigamos el camino de la Vida Modelo, debo hacer esto —y ofrendó las tierras que estaban a su nombre, las cuales había heredado de sus antepasados.
  Así, brotó repentinamente en él el deseo de dedicarse a la salvación y, a partir de entonces y por el resto de su vida, hizo toda la divulgación de la fe que estuvo a su alcance.
  A mí me impresionó la convicción con la que dio ese paso con el deseo de seguir aún más ese camino de la Vida Modelo sin importarle siquiera que sus padres ya hubiesen pasado por él de manera admirable.
  Y después de convertirme en encargado, durante las actividades por el primer Aniversario de Oyasama que experimenté como tal, decidí imitarlo, y lo hice a través de lo poco que tenía. Al hacerlo, ciertamente creció en mí el deseo de llevar a cabo la salvación y, posteriormente, recibí una gran providencia tanto en mí mismo como en nuestra iglesia.
  La Vida Modelo de Oyasama tenemos que seguirla, no solo la primera generación en la fe, sino también cada generación, sin importar cuántas hayan pasado. Pienso que es primordial que uno mismo lleve a cabo cada punto importante que se nos muestra a través de la Vida Modelo y se dé cuenta de que las cosas ocurren tal como se nos enseñan.
  También creo que es esencial que en un momento como este, en medio de este gran nudo, volvamos al fundamento y nos fijemos nuevamente en nuestro andar confrontándolo con la Vida Modelo.

Con un corazón de auténtica sinceridad

  Lo que Oyasama nos enseña con los 50 años de la Vida Modelo es, a fin de cuentas, el camino para salvar a otros y el camino para purificar el propio corazón y cambiarlo.
  Y nos formó de manera que podamos seguirlo por iniciativa propia.
  En otras palabras, podemos decir que nos orientó para que cultivemos el «corazón de auténtica sinceridad».
  En La Doctrina de Tenrikyo está escrito que cuando aflora el corazón de auténtica sinceridad se podrá percibir la voluntad divina tal como es y cumplirla completamente (Cap. Ocho «Siguiendo el Camino»).
  Además, dice:

  A medida que aspiremos a corresponder al amor paterno, uno ya no podrá estar tranquilo ante las dificultades de otras personas, ni podrá ignorar el sufrimiento de los demás. Antes bien, debemos hacer todo lo posible y por todos los medios, tanto de palabra como de obra para procurar la salvación. Esto nos llevará a extender nuestras manos a otras muchas personas. Es la transmisión de la alegría de la fe, nioigake y salvación. (Cap. Ocho «Siguiendo el Camino»)

  Es la condición mental en la cual el deseo de Dios Oyagami nace en uno espontáneamente y se manifiesta a través de los actos. En particular, el deseo de salvar a otros aflora desde el interior y surge la disposición de ponernos en acción.
  De esta manera, el mismo hecho de seguir la fe se convierte en algo sumamente agradable.
  En el Okakisague dice:

  La verdadera sinceridad es la verdad del Cielo. Yo la acepto al instante y corresponderé enseguida: esto es la verdad. (Okakisague)

  Además, en el Osashizu se nos enseña:

  La Verdad del corazón de sinceridad de los seres humanos salva físicamente a las personas. Sah, sah, el corazón de sinceridad de las personas las salva a ellas mismas. (Osashizu, 9 de agosto de 1888)

  Solo si tenemos un corazón de auténtica sinceridad, entonces Dios Oyagami nos concederá su Providencia.
  Se puede decir que Oyasama, durante largos años, cultivó en las personas este corazón de auténtica sinceridad.

El camino para caer completamente en la pobreza

  Lo primero que hizo Oyasama después de convertirse en Templo de Tsukihi fue caer completamente en la pobreza repartiendo una tras otra sus pertenencias a los pobres y necesitados.
  En medio de esa situación, Ella pasó con un corazón animado diciendo:
  —Cuando bebemos agua, sentimos el sabor del agua. Dios Oyagami nos bendice con su magnífica gracia.
  Para nosotros que seguimos la Vida Modelo, este camino trazado viene a ser el primer escalón que debemos pasar inevitablemente.
  Creo que en este caso es importante pensar en el sentido que sus actos tienen en el fondo.
  Uno de ellos es el amor materno que deja de lado el apego hacia Ella misma y que solo piensa en salvar a todos los seres humanos sin preocuparse en absoluto por los asuntos propios.
  También, la actitud con la que pasó completamente convencida de que Dios Oyagami haría que todos los asuntos personales acontecieran suficientemente.
  Me imagino que, teniendo un corazón como este, nos señaló el camino para vivir de manera animada y positiva sin importar las circunstancias.
  Este amor de Oyasama no cambió durante 50 años, y podemos verlo cuando Ella salía animada incluso cuando la policía venía para llevársela detenida.
  Primero lo dejó señalado pasando Ella misma por dicha situación para, posteriormente, guiar y formar a las personas.

Atender con sumo cariño

  En las salvaciones que llevaba a cabo Oyasama, podemos observar que primero mostraba la salvación maravillosa y, a la vez que manifestaba la libre e ilimitada Providencia de Dios Oyagami, atendía a las personas con sumo cariño y amabilidad, como una madre con sus hijos.
  Como ejemplo quisiera mencionar a Saku Matsumura, la primera persona de mi familia en abrazar la fe. En 1871, cuando ella tenía 25 años, su vida estaba en peligro debido a una grave enfermedad febril. Es así como al ir a la Residencia, Oyasama misma le quitó con sus manos los piojos que le habían salido en su cabeza y la bañó. Seguidamente le transmitió la doctrina, realizó el Tsutome de Petición y, después de permanecer allí por tres días, recibió la providencia de haberse recuperado por completo.
  Primero la atendió con amabilidad, después de lo cual le transmitió las palabras para cambiar su corazón y oró a Dios Oyagami a través del Tsutome. Este es uno de los procesos a seguir para realizar la salvación.
  De manera similar, cuando Risaburo Yamamoto fue llevado a la Residencia sobre las tablas de una puerta en estado agonizante después de haber pasado tres años postrado en cama debido a un golpe en el pecho sufrido en 1870, Oyasama lo bañó, con lo cual desaparecieron sus molestias y dolor, él se sirvió tres platos de papilla de arroz, y al sexto día había recibido la salvación.
  Alrededor de 1875 y 1876, cuando Rin Masui regresó a la Residencia con los pies y manos congelados en medio de una gran nevada, Oyasama la recibió tomando firmemente sus manos heladas diciéndole:
  —Seas bienvenida.
  En todos estos casos, Ella los recibió con amabilidad, como si aliviase el corazón de quienes buscaban ser salvados al verse completamente debilitados, tanto física como emocionalmente.
  Después de culminar los estudios e iniciar mi labor como joven de la Sede, fui asignado a la recepción del lugar donde se concede el Permiso para el Parto Feliz y la Reliquia-Testimonio. Entonces, un reverendo ya mayor que pasaba por ahí me dijo:
  —Así que estás en la recepción. Esto debe hacerse con amabilidad…
  Al ingresar a la Sede, yo me preguntaba las cosas cuán profundas que aprendería. Pero en lugar de términos de la enseñanza, me sorprendió que me dijeran algo muy común como es la «amabilidad». Sin embargo, si lo pensamos bien, la palabra en japonés para amabilidad es shinsetsu, que se escribe con las letras que indican «interpretar plenamente a los padres». Como persona que se dedica en la Residencia de Oyasama, finalmente pude comprender dicho punto.
  Aquel reverendo viene a ser en realidad un familiar que, cuando perdí a mi padre a la edad de 12 años, cubrió el vacío creado en mi corazón invitándome constantemente a comer y atendiendo mis consultas personales. Tal vez esa sea la razón por la que el significado de la amabilidad se asentó aún más en mi corazón.
  Tanto para llevar a cabo la salvación como para formar a las personas, debemos empezar por acercarnos con cariño. Así la otra persona podrá conmoverse y mostrar interés hacia la fe llegando a tener una actitud positiva.
  En el Osashizu dice:

  Para cultivar el corazón del prójimo, la amabilidad es la base del mundo. (Osashizu, 16 de mayo de 1900)

  Desear que la otra persona se salve a como dé lugar como Oyasama, quien en todo momento sentía un profundo cariño por sus hijos. Quisiera que atendamos al prójimo con un corazón afectuoso que, dejando de lado todo razonamiento, no pueda permanecer indiferente frente a los necesitados.
  Adicionalmente, cuando Oyasama estaba presente físicamente, todos a quienes salvó eran, como es de esperarse, personas que al comienzo no seguían esta fe.
  En la actualidad, en muchas iglesias la mayoría de los fieles provienen de familias que llevan varias generaciones en la fe. El que tengan una fe profunda como esa es algo maravilloso. Pero, por otra parte, creo que con mayor razón debemos tender la mano de la salvación y dedicarnos a atender con estima a las demás personas de la sociedad, sin limitarnos solo a los miembros de la iglesia.
  Como medios concretos para la salvación, Oyasama nos enseñó el Tsutome y nos concedió la Verdad del Sazuke.
  En especial, el Sazuke lo entregó como medio para la salvación de las enfermedades. Como en el mundo todavía existen numerosas personas que sufren por enfermedades, solicitar el trabajo de Dios Oyagami al administrar el Sazuke es, en cualquier época, el eje de la salvación individual.
  Además, hay muchas personas envueltas en diversas dificultades propias de nuestra época, y no solo debido a las enfermedades. Debemos atender también a estas personas tomando valor y ofreciéndoles nuestro cariño.
  Como Oyasama nos enseñó el camino que cualquiera puede seguir dependiendo solo del propio corazón, creo que, sin falta e independientemente del tipo, existe una manera de practicar la salvación que se adecúe con el propio carácter.

Apoyándonos completamente con sinceridad

  Asimismo, la salvación que realizaba Oyasama no se basaba solo en la atención afectuosa.
  Ella no se limitaba a aliviar del sufrimiento momentáneo, sino que guiaba a las personas de manera que puedan cambiar en adelante su estilo de vida al transformar el modo de usar el corazón. De este modo, el destino de la persona se renueva y se dirige hacia el Yokigurashi.
  Como primer paso para poder recibir la salvación por parte de Oyasama, debemos creer en Dios Oyagami dejando de lado el pensamiento humano, apoyarnos por completo y llevar a cabo con sinceridad lo que se nos enseña.
  En 1863, Chusaku Tsuji, pidiendo por la salvación de la enfermedad de su hermana, oraba por las mañanas y noches golpeando el hyoshigi y entonado Namu Tenri-O-no-Mikoto, Namu Tenri-O-no-Mikoto, tal como le había sido enseñado. Pero al no ver los resultados, pidió consultarlo con Oyasama, quien dijo:
  —¡El Tsutome está corto!
  Chusaku entonaba el nombre de Dios durante el tiempo que demoraba media varilla de incienso en quemarse por completo, en lugar de utilizar una varilla entera como se acostumbraba por ese entonces. Pidió disculpas y, al realizarlo a partir de ese momento fervientemente por las mañanas y tardes con una varilla entera, poco a poco pudo recibir la Providencia.
  Por ejemplo, a pesar de seguir esta fe por mucho tiempo, creo que podemos tender a omitir o tergiversar los modos según nuestra conveniencia.
  El primer paso para poder recibir la Providencia es llevar a cabo las cosas con sinceridad tal como se nos enseñan y evitando hacer uso del corazón egocéntrico.
  Esto es algo que ocurrió a finales del año pasado. Recibí una llamada telefónica de uno de mis alumnos cuando fui profesor encargado de una clase del Curso de Formación Espiritual Shuyoka. Él me dijo:
  —Tengo cáncer. Me van a operar.
  Después de haber terminado el curso, él regresaba todos los años para la Ceremonia Mayor de Octubre y me esperaba en el local donde sirven el té cerca del santuario para conversar. También tenía consagrado un altar a Dios en su casa y realizaba todos los días el Tsutome. Como no podía ir a visitarlo debido a la pandemia del coronavirus ni tenía a ningún conocido tan lejos que pudiera ir a verlo en mi lugar, decidí enviarle la ofrenda sagrada.
  Poco antes de la cirugía me contó:
  —Todos los días estoy haciendo el Tsutome dentro de mi corazón en cama. Pienso hacer esto y aquello para preparar mi corazón de manera que pueda recibir la Providencia.
  Al preguntarle si necesitaba que le enviara más ofrenda sagrada, me respondió.
  —Tengo mucho que he recibido de distintas personas.
  Pasado el año nuevo, me llamó para contarme que la operación había sido exitosa e informarme la fecha en que sería dado de alta.
  Sentí que fue aceptada la actitud con la que se vinculaba con Dios Oyagami: esta, si bien no era espectacular, sí era honesta. Al mismo tiempo, experimenté una sensación de gratitud por cómo Oyasama eternamente viva le tendió repetidas veces la mano de la salvación por medio de la ofrenda sagrada que recibió de distintos lugares.
  De igual modo, creo que apoyarse completamente en Dios con sinceridad es también un punto sumamente importante para quienes realizan la salvación.
  En 1881, una conocida le pidió a Shina Okamoto que cuidara a su bebé porque no le salía el pecho. Shina vacilaba porque también le había dejado de salir la leche, por lo que consultó con Oyasama, quien le dijo:
  —No habrá una salvación tan grande como tomar bajo tu cuidado al hijo del prójimo y criarlo —y agregó—: Si estás sinceramente decidida a cuidarlo, Dios, en su omnipotencia, te dará todo lo necesario. No hay por qué preocuparte.
  Así, Shina determinó su corazón para apoyarse en Dios Oyagami. Y al hacerlo, pasados dos o tres días, empezó a salirle de manera inexplicable el pecho, con lo que el niño que tenía bajo su cuidado estuvo cada vez más saludable.
  Cuando realizamos la salvación, un punto importante para poder recibir el trabajo de Dios Oyagami es apoyarse completamente con sinceridad.

Guiar a otros siguiendo el orden

  De este modo, Oyasama, después del corazón sincero que cree en Dios Oyagami, fue cultivando dentro de las personas el sentimiento de corresponder las providencias divinas al poder sentirlas, así como el corazón que desea dedicarse al Camino y salvar a los demás siguiendo el orden.
  Esto es algo que debe sentirse espontáneamente para poder ser real. Es por eso que nos transmitió las enseñanzas con cuidado y por largo tiempo, de tal manera que queden impregnadas en nuestro corazón. Como este es el camino por el que Oyasama formó a las personas, mientras más volteemos la mirada hacia él y nos demos verdaderamente cuenta del amor materno con que nos guía permaneciendo eternamente viva, más y más afecto sentiremos hacia Ella.
  Sigamos con perseverancia y sinceridad este camino verdadero que conduce al Yokigurashi, el cual Oyasama, quien cumple años el día de hoy, nos enseñó preocupándose mucho por nosotros.
  Muchas gracias por su atención.