Ojo del huracán

2023/04/01

Un día, durante su detención en una delegación policial, Oyasama le dijo a su nieta que la acompañaba:

«Hisa, compra aquellos dulces. (…) Aquel policía está tan aburrido que se está durmiendo. Por eso quiero ofrecérselos».

Un huracán es una tormenta muy violenta que puede causar enormes daños. A pesar de ello, en su núcleo se encuentra una zona muy tranquila llamada «ojo del huracán» donde no hay ni lluvia ni nubes, asomándose incluso el cielo azul.

Las dificultades a las que nos enfrentamos en la vida son como las tormentas. Si intentamos escapar de ellas, nos perseguirán implacablemente, y si persistimos en la huida, podemos acabar exhaustos en cuerpo y mente. Incluso el rostro podrá volverse sombrío en algunos.

La alternativa es dejar de huir para afrontar la tormenta. Dejando de lado nuestras preocupaciones o pensamientos, podemos encomendar absolutamente todo a Dios Oyagami y arrojarnos a su seno. Ese lugar será precisamente el ojo del huracán donde nuestro corazón recobrará la fuerza siendo abrazados en serenidad.

Hay personas que se ven tranquilas e imperturbables estando en medio de lo que pudiera parecer una situación extremadamente difícil, como una enfermedad grave o algún problema circunstancial. Esto se debe a que se encuentran en el ojo del huracán.

La Vida Modelo de Oyasama fue una secuencia de intensas tormentas en las que recorrió la más profunda pobreza, fue blanco de burlas por parte de los aldeanos y perseguida por las autoridades. No obstante, Ella nunca mostró ni un atisbo de tristeza.

Incluso mientras estuvo detenida en la comisaría, a pesar de ser interrogada severamente por la policía, Oyasama intentó regalar dulces al oficial que parecía aburrido. Ella envolvía a todos con su infinito amor materno diciendo que aquellos que se le oponían también eran sus queridos hijos.

En medio de las tormentas, por muy violentas que fueran, Ella recorrió con calma y gallardía estando en el ojo del huracán.

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