Castaña y sus espinas

Están dando una película del viejo oeste cuando enciendes el televisor. Incluso si no la ves desde el principio, puedes identificar a primera vista quién es el bueno y quién el malo viendo solo el maquillaje de los actores. Los villanos son malos de pies a cabeza, mientras que el héroe es bueno al cien por cien.

Si las cosas fueran tan sencillas y claras, sería fácil entender el mundo en que vivimos, pero la realidad es distinta. Si bien una persona podría parecer ser honorable y generoso a simple vista, podría tener una cara oscura y oculta. Por otro lado, es posible que alguien que pareciera ser egoísta e indiferente tenga en realidad un corazón bueno y puro.

De hecho, la propia personalidad puede cambiar drásticamente en respuesta a lo que hacen los demás y a cómo se comportan. Hay veces en que nos quedamos sin palabras cuando alguien nos muestra sus espinas sin motivo aparente.

Las espinas que rodean el corazón son una huella del dolor que esa persona ha experimentado tras ser lastimada por la malevolencia de los demás o por haber soportado momentos difíciles. Es un mecanismo de defensa que el corazón vulnerable ha acondicionado para protegerse de las invasiones y las amenazas. Es por eso que, si tratamos de abrir la capa espinosa a la fuerza, obtendremos resultados contrarios. Las espinas se harán más duras y afiladas.

Cada vez que mostramos nuestras espinas a alguien, él también se opondrá sacando sus propias espinas. Si deseamos que alguien saque un fruto dulce, convertirnos nosotros mismos en un fruto dulce tal vez sea la única vía.

Quienes conocieron a Oyasama sintieron que sus corazones se llenaban de amabilidad y bondad. Eso se debe a que, tocados por el cálido amor de Oyasama, la parte más profunda y magnífica de cada persona comienza a emanar.

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