Ceremonia Mensual de Mayo del Año 186 de Tenrikyo

Soplando la brisa en medio del fresco verdor

La Ceremonia Mensual de Mayo de la Sede se llevó a cabo el 26 del mismo mes, teniendo al Rvdo. Daisuke Nakayama como oficiante principal, en el Santuario Principal de la Sede. En la oración a Dios, el Rvdo. Daisuke expresó su agradecimiento por la caridad con la cual Dios Oyagami, con la llegada del tiempo predeterminando, se reveló en este mundo tomando a Oyasama como templo divino y, con el fin de salvar a toda la humanidad, enseñó el Tsutome, concede la Verdad del Sazuke, esclareció la Verdad del Origen y nos guía hacia un mundo rebosante de alegría.

Posteriormente, manifestó su intención de afianzar firmemente la convicción con la que los encargados de iglesia se esfuerzan en las actividades con miras al Aniversario de Oyasama por medio de su participación en las ceremonias mensuales de la Sede desde mayo del presente hasta agosto del año 188 de Tenrikyo (2025). Además, pronunció: «Nosotros, los encargados de iglesia y los Yoboku, uniendo nuestro corazón de sinceridad al Yiba, estamos determinados a hacer nuestro máximo esfuerzo diario para que las iglesias, que son proyecciones del Yiba, puedan reflejar la imagen del Yokigurashi, Vida Plena de Alegría y Felicidad, en sus respectivas localidades llevando a cabo actividades dignas de un lugar de formación para la dedicación sincera a la salvación, de manera que podamos corresponder a tu la voluntad de Dios Oyagami con la que nos otorgas la Verdad del nombre de las iglesias por todas las generaciones». A continuación, se realizaron con alegría el Tsutome del Kagura y el Teodori, Danza Sagrada.

Aquel fue un día nublado desde la mañana en el Hogar Paterno. Con la brisa soplando en medio del fresco verdor en toda el área alrededor de los santuarios, los fieles entonaron en unión de corazones el «Mikagura-uta, Himnos Sagrados».

Una vez finalizado el Tsutome, el Rvdo. Masaharu Matsuda pronunció el discurso de la ceremonia, en el cual hizo referencia a la «salvación del mundo» que se menciona en la Instrucción Cuatro, citando versos del Ofudesaki. Destacó que tanto la oración por la salvación de las personas cercanas como la realización de la divulgación de la fe en el exterior distintos países son acciones que llegan a ser parte de la salvación del mundo. Además, expresó su deseo de que nos esforcemos en este periodo de «Tres años, Mil días» más de lo habitual animándonos en nuestras respectivas responsabilidades y cargos.