Tsutome de Petición en la Sede por el cese de la pandemia – 1 de noviembre

2021年11月25日

Ahora es precisamente es el momento para sembrar una semilla de sinceridad

El primero de noviembre pasado, la Sede de la Iglesia ofició el Tsutome de Petición en el Santuario Principal con el objetivo de orar por el cese de la pandemia del coronavirus y la recuperación de las personas afectadas, así como para reafirmar, en unión de corazones, el sentido que tiene recibir la gracia divina.

Al mediodía, el Tsutome de Petición se celebró con el Rvdo. Daisuke Nakayama, Sucesor del Shimbashira, haciéndose cargo del hyoshigi, y el Rvdo. Yoichiro Miyamori, Director General de Asuntos Religiosos de Tenrikyo, del kazutori.

En vista de que la comunicación en persona se ha vuelto difícil debido a la pandemia del coronavirus, el Rvdo. Miyamori enfatizó: «La salvación que realizamos consiste en sentir en carne propia el sufrimiento por problemas circunstanciales y enfermedades de otros, aliviarlos con palabras, acercarnos a ellos y administrarles el Sazuke, Don Divino. La salvación comienza por animarlos dirigiéndoles palabras amables». También, citando el Osashizu, Indicaciones Divinas: «Si uno pudiese ir madurando por sí solo, diríamos que no sería necesario intervenir. Pero, no es así. Si se transmite a otros la voz una, dos y tres veces sucesivamente, comenzarán a comprender y a madurar. Empezad una vez y de poco en poco; con una palabra. Os dejo instruido esto» (Osashizu del 29 de septiembre de 1893), afirmó que  procurar transmitir nuestros sentimientos por teléfono, correo electrónico o por los medios virtuales es algo magnífico y que deberíamos utilizar. Pero, por otra parte, expresó su impresión: «Me parece completamente distinto al ambiente que rodea la comunicación en persona.(…) Quisiera que vayamos recuperando y reparando a toda costa la relación entre las personas que se ha roto por la pandemia».

Posteriormente, citando de nuevo el Osashizu: «Enterrar una semilla. Me refiero a quienes siembran la semilla. Después de sembrar la semilla, se ha hecho la Verdad de una escarda. Sembrando la semilla, reflexionad sobre la escarda» (Osashizu del 10 de mayo de 1899), señaló la necesidad de sembrar semillas para ir recuperando y reparando la imagen en la que podamos vernos nuevamente transmitiendo palabras y divulgando la fe. Instó a todos los participantes a sembrar una semilla de sinceridad en el Yiba, aunque sea la extracción de una mala hierba o la limpieza breve en el corredor del Santuario, y también mencionó: «Estoy seguro de que esta semilla florecerá y dará frutos en el futuro, y esto garantizará sin duda el restablecimiento de la relación entre personas».